Uno de los logros mayores fue,
sin duda, el proyecto y ejecución del llamado “Hospital Real de los R.R.C.C”,
también conocido como “Hospital Real de Santiago”. Creo que todos los lectores
de este trabajo habrán podido contemplar y admirar este edificio. En 1954, tras una excelente
reforma, se integró en la Red Nacional de Paradores de Turismo.
El diseño del edificio se realizó
por Enrique Egas, nacido en Flandes. Su proyecto inicial tuvo después algunos
cambios. La obra se inició en 1501 y acabó unos diez años más tarde. En siglos
posteriores se hicieron otras reformas, en la fachada o en partes del edificio.
La conquista del reino de Granada
tuvo un coste extraordinario para la hacienda Real. No en vano se habla de la
primera campaña bélica moderna. Se utilizó una gran artillería para el asedio
de las plazas principales. Se empleó un gran contingente de hombres durante
largo tiempo, y se abrieron largos caminos carreteros para llevar víveres y
suministros al ejército.
Pese a esto los Reyes no
descuidaron ese empeño y esas necesidades urgentes que tenía la Ruta Jacobea, y
en especial la ciudad de Santiago. Y para ello acudieron a dos fuentes de
recaudación: el Voto del Apóstol y la
predicación de una Bula para recaudar dinero en los países cristianos.
Vamos a exponer estas dos fuentes
de ingresos, tal como aparecen en los Archivos Españoles Digitalizados.
- El Voto de Granada o del Apóstol Santiago.
Los Reyes crearon un nuevo
impuesto tras la conquista de Granada. Usaron de sus facultades e instituyeron
un impuesto específico en favor del Arzobispado de Santiago; es el conocido
inicialmente como Voto de Granada.
Más tarde se extiende a todos los Reinos de Castilla con el nombre de Voto del Apóstol.
Este Voto aparece recogido en un extenso documento del Archivo de
Simancas. Vamos a señalar aquí lo esencial del mismo:
“Nos, don Fernando y doña Isabel
de Castilla, de León… (…):
Avemos
acordado, después de aver dado muchos loores y gracias por ello [conquista de
Granada] a Dios Nuestro Señor, de hazer parte de esta victoria y triunfo al
dicho Señor Apóstol de Santiago, y hacer
gracia y donación y limosna a su santa Iglesia y ministros de ella. (…) Por
la presente damos, donamos y ofrecemos
-por Nos y por Nuestros Sucesores que después de Nos reinaren en los
dichos Reinos y Señoríos…-, al dicho bienaventurado Apóstol Señor Santiago,
como Patrón, y a su Santa Iglesia de Santiago, -que es en el dicho Reino de
Galizia-, media fanega de pan, del pan
que se cogiere en el dicho Reino de Granada…”
Los Reyes, el clero, la
nobleza, el pueblo todo, tenían la clara conciencia de que había acabado una
etapa y un afán perseguidos por siglos:
la toma y reconquista de la Hispania
Goda. Un territorio gobernado por los Reyes Godos, que mantuvo elementos
jurídicos, formas de vida romana e incorporó otras, dando lugar a esta España Goda. Y tras la invasión y
sometimiento de los árabes, nunca abandonó el sentido de pertenencia a unos
orígenes, a una cultura y sobre todo, a una religión. Y así, siempre aparece
esa añoranza en esos largos siglos de invasión: en las Crónicas Reales, el
Romancero, la literatura, en la vida y
anhelos de generaciones enteras… Y ahí
aparece la figura del Apóstol y la leyenda viva de quien ampara y da cuerpo de
unidad a esos Reinos. Santiago es el personaje a quien se encomiendan las
huestes y ejércitos cristianos, la figura poderosa que alienta en los combates,
una poderosa creencia en el imaginario cristiano desde la batalla de Clavijo…
Los Reyes Católicos crean así un impuesto que va a permitir durante siglos
financiar y sostener gran número de hospitales e instituciones del Camino de
Santiago. La propia catedral de Santiago
se podrá mantener y ampliar con estos recursos.
2.La Bula de Alejandro VI para edificar un
hospital de peregrinos en Santiago.
Isabel y Fernando acudieron, además, a un medio ampliamente utilizado en
la Edad Media para erigir grandes construcciones de culto, como catedrales,
basílicas, monasterios…,: la limosna mediante predicación en diversos reinos de
la Cristiandad.
La caritas
cristiana había nacido hacía siglos y con ella, en parte, se edificaron
muchas catedrales, basílicas y otros templos en la Europa Cristiana.
Los Reyes se dirigieron, pues, al papa Alejandro VI para dar su
aprobación a una bula que permitiera recaudar limosnas para el hospital que se
pretendía construir. Y el papa concederá la bula a través de un breve o resolución papal.
“… desiderantibi uni hospitale per peregrinis et alis pauperibi
recipiendis en duabi capellis et cimiterio in ciutat Compostellan…” Pat.Real,leg.60,doc.58
Este breve se firmó en Roma
el 16 de noviembre de 1499.
Recibido el breve los Reyes
actuaron de inmediato y comunicaron la bula a reyes de diversos países,
arzobispos y otras altas dignidades de la Iglesia. Como ejemplo vamos a trascribir la carta que se envió a
los Reyes de Navarra, por ser una de las más completas que figuran en los
archivos.
Predicación de la Bula de Santiago en Navarra: (AGS, Cámara de
Castilla, CED 6, 21,7)
“ Muy ilustre Rey y Reina de
Navarra, nuestros muy caros y muy amados sobrinos. Nos, el Rey de Castilla, de
León, de Aragón… vos enbyamos mucho a saludar como aquellos que mucho
amamos…Salud y honra, quanta vos mismo deseáys.
Nuestro Muy Santo Padre, a suplicación nuestra, ha concedido una su Bula aplicada con muchas prerrogativas e yndulgencias en favor del Hospital que
nos agora nuevamente mandamos hazer en la ciudad
de Santiago, por la mucha necesidad que en que en aquella ciudad ay deste
hedificio para recibir y acoger los
pobres peregrinos, y curar los enfermos que de continuo vienen de diversas
partes de la Cristiandad a visitar el Santo Cuerpo del Señor Santiago.
Y porque la obra es grande y
suntuosa y tiene necesidad de dinero para ella, el administrador de dicho Hospital ha acordado enbyar personas a
predicar y hazer publicar la Cofradía del dicho Hospital y asimismo, las
indulgencias plenarias contenidas en dicha Bula, señaladamente a ese vuestro
Reino y señoríos, donde dicen que tienen especial devoción a este Glorioso
Apóstol, y por la obra tan santa y meritoria.
Y nos tenemos mucho deseo que se acabe lo más presto que se podrá…”
La carta está dada y firmada por el rey Fernando en la villa de Madrid,
el 26 de noviembre de 1502. La reina Isabel vivía ya por esas fechas, de forma
continua, en Medina del Campo, Corte Real en ese reinado, al deteriorarse su
salud de forma lenta e implacable. Casualmente, dos años después de esta carta,
el 26/11/1502, fallecía la gran reina. Uno de los días más tristes y oscuros en
la historia de España.
En negrita hemos querido resaltar algunos aspectos y juicios que la
carta contiene. Datos sobre el Hospital de Santiago hay muchos en Internet. No
queremos, por ello, copiar o traer datos que tiene aspecto divulgativo. Porque
pretendemos traer aquí la autenticidad del documento histórico, la que no vamos
a encontrar en revista ni página alguna, el trabajo puro de investigación que
nos dan las fuentes de los Archivos Históricos.
Por último. Una figura clave en esta misión fue el deán de la catedral
en esa época, don Diego de Muros. Vamos a tratar de hallar datos de su figura
en homenaje a una persona clave en esta gran empresa. Y si aparecen, y son
suficientes, aquí aparecerán algún día.
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