Está Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Ávila ha
celebrado, este fin de semana, la festividad de Santiago Apóstol con una serie
de eventos. A destacar la entrega de premios a los ganadores del concurso de
Cuentos infantiles sobre el Camino de Santiago, convocado por esta asociación y
que ha correspondido a : Miguel Ángel Gutiérrez Naranjo de Sevilla, con el
título "El niño que arrugaba la nariz"; el segundo premio ha sido
para Luis David San Juan Pajares de Segovia, con el título "Un camino
lleno de dientes" y por último el tercer premio ha sido para María Leis
Núñez con el título " He aprendido a vivir".
A continuación se entregaron los reconocimientos como socios
de honor a D. Francisco Serra Escolano y a D. Manuel José Aliaga Martínez por
ser los impulsores de la asociación y con su dedicación a ella.
Con una cena barbacoa previa a la marcha nocturna terminaron
las los actos organizados para el sábado.
El domingo 22 en la parroquia de Santiago Apóstol, como no
podía ser de otra manera, se ha hecho una Eucaristía junto con una ofrenda de
flores por parte de la asociación a Santiago y hemos terminado la festividad
con una comida de hermandad en un restaurante de Ávila.
Que la buena armonía y el buen hacer entre todos nos lleve a
seguir celebrando esta festividad muchos años.
Con motivo de la festividad de Santiago Apóstol La Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Ávila ha celebrado la festividad de Santiago Apóstol en Peñalba de Ávila, localidad que forma parte de la ruta jacobea.
En un acto celebrado el sábado en este pueblo se han entregado los premios del II Concurso Internacional de Cuentos Infantiles sobre el Camino de Santiago. La entidad quiere celebrar sus actos en cada una de las localidades que se encuentran en este itinerario.
El primer premio, dotado con 250 euros, ha sido para el cuento ‘El niño que arrugaba la nariz’, de Miguel Ángel Gutiérrez Naranjo, de Sevilla. El segundo, de 150 euros, para ‘Un camino lleno de dientes’, de Luis David San Juan Pajares, de Segovia; mientras que el tercero, dotado con 100 euros, ha viajado hasta Tavernes Blanques (Valencia), y ha sido para el relato ‘He aprendido a vivir’, de María Leis Núñez.
También se ha entregado una placa a los socios de honor 2018 Francisco Serra Escolano y Manuel Aliaga, por ser los impulsores de esta asociación y por su dedicación y entrega al Camino de Santiago.
Tras una cena-barbacoa con los vecinos de Peñalba de Ávila, poco antes de la medianoche, partieron en una marcha nocturna hasta Narrillos de San Leonardo.
El domingo en la Parroquia de Santiago Apóstol ha tenido lugar una misa con una ofrenda floral al apóstol ante el Santiago Peregrino del templo.
Tener cinco y siete años no es ningún impedimento para comenzar a conocer el Camino de Santiago. Protegidos con gorra y crema solar, los pequeños buscan por la ciudad los lugares donde están pintadas las tradicionales flechas amarillas en el suelo y las pequeñas cerámicas con la concha del peregrino colgadas en las fachadas, que indican el camino a seguir. Se trata la venera, que es la concha de la vieira.
Ávila forma parte del llamado Camino del Sureste, que comienza en tierras alicantinas y atraviesa ciudades como Albacete, Toledo o el sur de Madrid hasta llegar a tierra de Santa Teresa, para continuar después hasta tierras gallegas.
Desde la entrada por Guisando, el peregrino tiene diferentes opciones para realizar rutas diarias por la provincia abulense, de entre 18 y 25 kilómetros, atravesando zonas de campo y pinares como La Villa de El Tiemblo, los viñedos de Cebreros, El Barraco o San Bartolomé de Pinares, hasta llegar a la capital. «El perfil del peregrino que visita la ciudad suele ser una persona de edad avanzada, mayor de 60 años, y con un nivel cultural mayor al habitual», explica Juan José Gómez, miembro de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago. «Quien viene haciendo el camino por Ávila sabe a dónde viene, pregunta por lugares clave y le gusta realizar una visita a la ciudad por la tarde».
Pero no hace falta llegar a esa edad para interesarse y conocer los lugares emblemáticos de la urbe. Los niños en los colegios o con la familia también pueden empaparse de cultura, iniciándose en el significado del Camino de Santiago con un pequeño paseo recorrido por las calles de la ciudad, donde encontrarán la tradicional simbología de flechas amarillas y conchas. O bien saliendo a algunos tramos campestres, a la entrada o a la salida de Ávila, siguiendo la misma senda que los peregrinos avezados.
La comida en una ciudad como Ávila no es problema. Un bocadillo servirá de tentempié a los más pequeños, mientras en una sombra escuchan algunas explicaciones sobre una de las rutas más importantes del mundo, con una gran carga mística y espiritual. El peregrino, tenga la edad que tenga, podrá disfrutar de la excelente calidad de los productos agroalimentarios abulenses que se cocinan en la mayoría de los restaurantes de la zona centro por donde transcurre la senda. Aunque no se ha conseguido instaurar el llamado menú del peregrino, sí que encontrará precios especiales, presentando la credencial.
En cualquier caso, existen varios establecimientos adheridos a una misma oferta, en los se puede encontrar el llamado menú degustación, con un precio común de 35 euros para dos personas, y donde el amante de los productos de la tierra podrá degustar las llamadas patatas revolconas, sopa castellana o de ajo y judías de El Barco de Ávila. Y, de segundo, un chuletón típico de la tierra, para compartir, acompañado después de postres caseros más la bebida.
Sevilla, Segovia y Valencia son los lugares a donde han ido a parar los tres premios que la Asociación de Amigos del Camino de Santiago ha fallado, por segundo año consecutivo. En este II Concurso Internacional de Cuentos Infantiles sobre el Camino de Santiago, se han recibido veinticinco trabajos de diferentes puntos de España, algo que sus miembros han calificado de «muy gratificante».
Con tres escritores miembros de la Asociación de Novelistas Abulenses 'La sombra del ciprés' como jurado, el primer premio, dotado con 250 euros, ha recaído en el título 'El niño que arrugaba la nariz', de Miguel Ángel Gutiérrez, en Sevilla.
El segundo premio, de 150 euros, ha sido para 'Un camino lleno de dientes', de Luis David San Juan, Segovia. Un tercero, de 100 euros, ha recaído en 'He aprendido a vivir', cuya autora, María Leis Núñez, reside en Tavernes Blanques, en Valencia.
La Asociación de Amigos del Camino de Santiago suma con este ocho años convocando este concurso literario. Los seis primeros dedicados a 'Cartas desde el Camino', y estas dos últimas ediciones, a cuentos infantiles.