Amigo Elías, permítenos que te llamemos así, que te tuteemos, porque a los amigos hay que tutearlos y tú eres nuestro amigo, quizá, nuestro mejor amigo.
Aquí estamos, los de Ávila, los de la Asociación de Amigos de Camino de Santiago en Ávila que hemos querido hacer un alto en nuestro camino hacía la tumba del apóstol para rendirte un pequeño homenaje en esta que fue tu casa y ahora es tu última morada.
Pero no estamos solos, no hemos venido solos, nos acompaña desde el principio de nuestro peregrinaje un bordón, un Gran Bordón como hemos querido llamarle y que ha ido recogiendo en su fuste las muescas de cuantas Asociaciones de Amigos del Camino nos hemos ido encontrando en nuestro caminar por ese camino que tú, amigo Elías, pusiste todo tu empeño y tesón para que hoy día sea lo que realmente es, independientemente de pomposas y rimbombante denominaciones, un camino de búsqueda y solidaridad.
Tú, amigo Elías, fuiste sembrando Camino, fuiste dejando esa semilla, que poco a poco fue fructificando con el nacimiento de asociaciones hasta formar el frondoso árbol cuyas ramas se extienden por los cinco continentes, asociaciones que, desde un principio, comenzaron a ser de Amigos del Camino de Santiago, recogiendo el guante que tú, amigo Elías, les habías lanzado implicándolas para que fueran garantes de un camino para unos desconocido y para otros olvidado, pero un camino que estaba ahí y que había sido recorrido por un ingente número de peregrinos a través de más de mil doscientos años.
Y nosotros también recogimos ese guante y quisimos poner nuestro granito de arena para que los peregrinos que pasaran por nuestras tierras y caminaran por nuestros caminos lo hicieran con la garantía de que iban a tener la suficiente atención que facilitara su peregrinaje.
Pero nos dimos cuenta de que una asociación por sí sola no es más que un pequeño islote en el maremágnum de los caminos, pensamos que una asociación debería ser un eslabón más de una gran cadena que tuviera a la catedral de Santiago de Compostela como su último eslabón.
Y con el fin de inculcar a otras asociaciones esta idea, en el año 2011 pusimos en marcha un proyecto al que denominamos “La unión de Asociaciones hace Camino” por el que un bordón fuera portado desde Alicante hasta este lugar por las distintas asociaciones existentes en ese camino que partía desde el Mediterráneo, bordón que ha estado aquí, junto a ti, amigo Elías, en esta iglesia de O Cebreiro como enseña de la unión de las Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, sin la cual todo tu empeño por rescatar un camino casi olvidado no hubiera llegado a buen puerto.
Ahora estamos de nuevo junto a ti, amigo Elías, con un bordón que lleva las muescas de hermanamientos con otras Asociaciones de Amigos del Camino, con un bordón que es hermano de ese que fue portado desde tierras levantinas y que viene a simbolizar la misma idea que surgió hace ya siete años, que sin la unión de la Asociaciones, llamémoslas por extensión, Jacobeas, los peregrinos que se dirigen a postrarse ante al apóstol no se encontrarían los caminos como se los encuentran ahora, abiertos, señalizados y con las infraestructuras suficientes para una buena acogida.
Y ahora queremos depositar sobre tu sepultura una rosa como símbolo de amistad, una rosa que queremos sea simplemente “De amigo a amigo”
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