LA MIRADA EN VERDE DEL CAMINO DE SANTIAGO
El Camino de Santiago se constituye en todo un “corredor ecológico”, dado el rico patrimonio natural que atesora. Es lo que defiende el vicerrector de la Universidad Católica de Ávila (UCAV), Tomás Santamaría, en el libro La Ruta Jacobea, Patrimonio Natural de Europa, en el aporta una mirada “en verde” del Camino.
Dirigido al peregrino, pero también al naturalista, esta publicación, de la que el Servicio de Publicaciones de la UCAV ha editado medio millar de ejemplares –cuesta 25 euros-, es fruto de un trabajo gestado durante una década por Tomás Santamaría, quien, en varias ocasiones, ha recorrido a pie el Camino de Santiago.
El libro pretende descubrir al peregrino los espacios naturales, la flora y la fauna de las rutas navarro-riojana (predomina el haya), castellano y leonesa (domina el roble melojo) y gallego-portuguesa (abunda el roble carballo); un valor que se suma a la concepción del Camino como itinerario cultural, patrimonial, religioso, histórico y espiritual.
Capítulos
Escrita de forma divulgativa, la guía se caracteriza, según Santamaría, por su “rigor científico”, ya que, hasta ahora, la mayoría de las publicaciones que se han editado sobre la Ruta Jacobea se han centrado en los aspectos tradicionales y son “pocos” los estudios dedicados en exclusiva a la riqueza natural del Camino, que se constituye, además, en una “encrucijada de culturas”, como se destaca en uno de los capítulos.
Asimismo, se dedica un capítulo a los caminos “naturales” del apóstol Santiago, donde se destacan los enclaves naturales más importantes de todas las rutas jacobeas, y también se dedican páginas al entorno físico del Camino, su climatología, geología y edafología.
Finalmente, se ha incluido una breve guía de consejos útiles para que el peregrino-naturalista realice el Camino de la forma más cómoda y pertrechado con todos los útiles y herramientas necesarios para poder disfrutar de la naturaleza jacobea: cuaderno de campo, prismáticos, lupa de bolsillo y cámara de fotos.
Espacios
En cuanto a las características naturales de los caminos analizados, en el navarro-riojano, el peregrino se encontrará con la Selva de Iratí, las foces de Arbayún o Lumbier, las sierras de Urbasa y Andía, el nacedero del río Urederra, la laguna de Cañas, los sotos del Ebro o la Tierra de Cameros, además de tener la posibilidad de ver una amplia variedad de aves y ciervos, corzos, comadrejas, nutrias, musarañas o gatos monteses.
La Sierra de la Demanda, los Montes de Oca, las cuencas de los ríos Carrión y Pisuerga, la Tierra de Campos, las Médulas y la Sierra de Ancares son algunos de los principales enclaves del camino castellano y leonés, donde, en lo que a fauna se refiere, hay lobos, jabalíes, corzos, urogallos, perdices, conejos, liebres, corzos, culebras y decenas de especies de aves y rapaces.
Finalmente, la ruta gallego-portuguesa ofrece al caminante el estuario del río Miño, el Parque Natural de Monte Aloia, las Gándaras de Budiño, el Parque Natural de Cotorredondo y Lago de Castañeiras, la ría de Vigo, el río de Pontevedra, el complejo intermareal Umia-O Grove y los complejos dunares de Corrubedo y lagos de Carregal y Vixán, mientras que la riqueza faunística se justifica en la presencia de aves, anfibios y reptiles como el eslizón ibérico, la rana patilarga, el lagarto ocelado o el sapo de espuelas.